domingo, 16 de mayo de 2010

Cuento estrellas antes de dormir para no volverme loca..

- Tienes cara de sueño. 

- Si, lo sé. 

- ¿No has dormido?

- He dormido mucho, más que mucho. 

Y continuó preguntadome el porque de mi cara de sueño, entonces comencé. 
Por las noches duermo apenas mínimas horas, la noche es mi más fiel amiga. Cuando oscurece por completo ahí reside la mágia, cuando miras al cielo y ves miles de estrellas. El silencio aplastante que invade cada rincón, que deja via libre a la calma.
La noche es mi lugar, es cuando puedo sentirme más yo. Mis ideas se aclaran o por el contrario se nublan aun más, mis sentimientos se esparcen en un folio o sobre las teclas de mi ordenador. Escribo con las manos, hablando con el corazón. 
En la noche puedo pasarme horas pensando en su cara, en lo que dice, en lo que hace y nunca cesa su presencia en mi mente al acostarme. Dicen que cuando sueñas con una persona es porque antes de acostarse pensó en ti, pero no creo que sea así. 
Por el contrario cuando amanece me sumo en la profundidad de mis sueños, allí donde todo es diferente. Algunas personas me dicen que duermo demasiado más se equivocan, mis horas de sueño son como las de muchas otras personas. Pero si dormiría más horas de las que lo hago, porque al dormir está en mi sueños. En mis sueños no hay distancia que nos separe, duda que nos detenga.. 
Allí en ese mundo de sueños nada importa salvo limitarse a sentir, sin dejar que nada quede oculto; el corazón bombea rápido a cada instante, el reloj se detiene para no volver a funcionar. No hay mentiras forzadas, no hay miedos intermitentes, persiste a mi lado..  Miles de cosas las cuales en la realidad resultan tan, difíciles.
 ¿Entiendes ahora mi cara de sueño? Me gusta pensarla en las noches, me gusta soñarla en las mañanas..
 

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