martes, 14 de septiembre de 2010

- ¿Como a ido?, ¿como fué?, ¿como pasó?

No dejaba de hacerme miles de preguntas, quería saberlo todo. En el fondo yo moría por explicar también como había transcurrido todo, pero no había más que silencio entre mis labios. 
Aquel día había sido un bonito día, lo que no se dejaba ver con frecuencia en mi gris vida. Fué. un día especial. 
Quizás por todo eso el silencio me acompañaba, por que incesantemente en mi mente se repetían una y otra vez imagenes a su lado. Bien bastaba una mirada, una sonrisa, hacer que se enfadase o un beso; para sentir una hasta entonces una olvidada sensación. La calma y la alteración a tan solo un paso, la comodidad, la alegría..
Ahora suspiro, mi mente queda evadida en los recuerdos y una sonrisa de felicidad inunda mi rostro. 

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