martes, 5 de octubre de 2010

Me encanta pararme a analizar cada milímetro de su cara, recorer con mi mirada una y otra vez cada línea que dibuja su rostro. Cada perfecto trazo que da forma a su delicado rostro.
La forma de sus ojos, de sus labios, su nariz.. Y siento no poder decir más en este preciso instante, pero es que aún no se han inventado palabras que puedan definir tanta perfección centrada en un mismo lugar.

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