sábado, 19 de agosto de 2017

Adiós dijo..

De que sirve estar rodeado de gente cuando el dolor te ahoga. Si entre tanta multitud nadie escucha el eco de tu lamento, nadie sabe poner su hombro para mitigar tu tambaleo. De nada sirven aquellos que dicen estar ahí, aún que pierdas la estabilidad una vez cada cientos. Y aún que sean cientos las veces que tú si estás ahí. 
Decía una sabía voz, de las que siempre, y digo siempre, estuvo ahí:
- Haz bien y no mires a quién..

Dichas palabras las acaté. Más con el paso del tiempo empiezo a desistir. Por más bien que hagas, no recibirás nada a cambio. Acumularás dolor, rabia.. 
Un comienzo a un bucle de autodestrucción. 
Mientras tú repartes tú bien, tu cariño. Otros solo miran hacia otro lugar.. 
Adiós, dijo la empatía. Pues pocos la conocen..


sábado, 17 de junio de 2017

Mirando desde el tendido..

Como un pájaro, esperando en el tendido de la luz. Posado en un fino cable, esperando emprender vuelo. 
Observando desde su posición como un avión surca las nubes. 
Mirando con perplejidad aquel artefacto, absorto en su vuelo firme. 
El pájaro vería centenares de veces aquel avión, soñando con alcanzar su altura, la majestuosidad de su vuelo. Cruzar el inmenso cielo paralelo a sus alas.. 
Ajeno a las diferencias que había entre ellos, pues solo veía un pájaro más grande ante sus ojos. 
Bajo el yugo de su fijación volaría embriagado por la fuerza de alcanzarlo, día tras día batiendo fuerte sus alas para ganar altura. 
Esperaba que aquel avión un día volase a baja altura, próximo a su posición..

Hay cosas que parecen inalcanzables, más con constancia, pueden conseguirse. No hay por qué rendirse ante lo adverso.



domingo, 11 de junio de 2017

Cuando..

Cuando falta el aire, cuando las dudas calan en el interior. Todo aquello que creías ver con claridad adopta una tonalidad turbia. Oscura y paralizante. 
Cuando ves tu camino bifurcarse, agrietándose desde el fondo para dar paso a la división. 
Con el estómago encogido, palpitante. Removiendo todo cuanto creías conocido, tornándolo a desconocido. 
Cuando el suspiro es profundo y no mitiga el dolor..

viernes, 9 de junio de 2017

Quien se rinde, pierde..

A ti que hablas de rendición, dices que tu barco ya encalló.
Que la marea es turbia y además se acerca un aluvión. Aférrate al timón, navega valiente y fuerte. 
Rompe las olas, cruza vendavales, tras ellos no siempre se encuentran finales. 
Pues llevas tu barco cargado de salvavidas, que apaciguarán tu agonía. 
Hazlo con bravura, pues esa será tu mayor cura. 
Pon dedicación, encontraras de nuevo el sol.

sábado, 27 de mayo de 2017

Canto de sirena..

 Con la brisa corriendo de proa a popa. En un barco sin astrolabio, sin rumbo. 
Marinero errante, cubriendo penas con alcohol con la vista puesta al levante. 
Buscando tierra firme para atracar, algún tesoro escondido por encontrar.. 
Las olas, quizás el viento, un canto lejano ahora detiene el tiempo. 
Dulce melodía que apacigua la soledad, marcando una ruta por la cual continuar. 
Tras tiempo a la deriva hay un objetivo a la vista, una posible conquista.
Con perplejidad avista un busto saliendo del mar, nunca creyó en una sirena encontrar. Siempre con la duda de mito o realidad. 
Bella mujer de cabello oscuro y ojos profundos como la noche, de el color de el ron miel más dulce. 
Con canto hipnótico, atrapándolo todo a su merced. Condenándolo a una embriagadora perdición. 
Perdición que lo permitía navegar con sus dedos en el ondulado mar de sus cabellos; anclar su corazón en la profundidad de sus ojos. Lanzar las redes para capturar así su corazón. 
Tan complejo botín por conseguir.

viernes, 17 de febrero de 2017

Golpe de fuerza mayor..

Ella era alegre, dicharachera, activa, una gran persona. De ese tipo de personas que destacan por su bondad y que son atípicas de encontrar. Digamos que un diez por ciento de la población.

Pero no obstante ante tanta alegría que desprendía, la tristeza también golpeaba a menudo a la puerta de su corazón. Ella ponía todo su empeño en que nadie notase su dolor, lo encerraba bajo llave como a una bestia. 
Acumulaba cientos de dolores, entre ellos innumerables mentiras, decepciones.. 
Parecía impasible, más dentro era sensibilidad en estado puro. Pues la vida la había puesto a prueba tantas veces y durante tantos años. 

Pero un día la cantidad y exceso de dolor  colmó su vaso, vaso que más parecían miles de piscinas olímpicas juntas. 
Y golpeó con fuerza sobre la mesa, dejando las cartas al descubierto, dejando ver por una vez aquello que la sacrificaba cada día un poco más. Rompió esquemas, puso puntos sobre las íes, esclareció sus dolores. 

Después de ese golpe de autoridad llegó de nuevo el dolor. Esta vez intenso, quemando fuertemente su interior.
Pero ya no importaba, pues ese dolor empezó a hacerla más fuerte aún, libre de carga.. 





miércoles, 8 de febrero de 2017

Tras la ventana

Andaba con la mirada perdida, sin un punto fijo tras la ventana de aquella cafetería. Mientras daba un sorbo al cargado café americano de la mañana. 
Dos personas se pararon frente a la ventana, se abrazaron con efusividad y sonreían ampliamente.
Eso llamo su curiosidad y observó desde el silencio la escena. Volvió a dar un sorbo al café, entonces perdió de vista a sus objetivos.
Estaban entrando en la cafetería. Entre miradas tintineantes entre los cuales, tomaron asiento muy cerca suyo. 
La curiosidad entonces aumentó, estaban tan cerca que toda conversación era audible. 
Seguían mirándose con pasmosa atención y dulzura, algo lo cual le parecía asombroso. 
La conversación tenía un tono agradable, parecían ponerse al día sobre sus respectivas vidas entre sonrisas calidas e interminables miradas edulcoradas. 
Desde fuera era era latente a la vista que había una fuerte conexión. 
Que se sucedía con gestos cariñosos, caricias tímidas a su vez. 
La ingesta de aquel café se alargó ante aquel encuentro que no podía perderse y dicho desenlace no quería dejar pasar por alto.
En un breve espacio de tiempo la conversación tornó a un tono menos agradable, casi de dolor por ambas partes. Pero la intensidad de sus rostros mirándose parecía llamar a las puertas de otro lugar. En sus miradas fué capaz de ver en un periodo de tiempo infinidad de sensaciones, cariño, respeto, dolor, alegría, emoción, dulzura, pena.. Incluso pasando por alto más. 
Tan solo miraba desde fuera un periodo de tiempo de aquellas personas extrañas que irradiaban una energía diferente y especial. 
Sonrío, tomó el último sorbo de aquel largo café y salió de aquella cafetería con la firme convicción de que el amor es un arma de doble filo, con el que hay que arriesgarse una y mil veces, aunque aveces pueda cortar.