martes, 10 de agosto de 2010

Pobre ilusa..

La ilusión me mantuvo viva por un momento, la sangre corria rápidamente por mis venas, el corazón desbocado, una sonrrisa muy amplia, el nudo en la garganta.
Pasó un día, otro y otro. Durante tres días a la espera de poder volver a sentir todo eso, de extallar en alegría. 
Más nada ocurrió, el corazón dejo de bombear a gran velocidad, las lágrimas no cesaban de caer, la tristeza se alojaba en mi. Pobre ilusa al pensar que tan fácil sería, que la espera por fin terminaría..

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